Una buena revisión, y en caso necesario la adaptación, de sus textos garantiza que el estilo, el tono y el registro se adapten perfectamente al grupo objetivo. Después de todo, no a todas las personas les gusta que les hablen de «tú», o pierden justamente el interés cuando el tono es demasiado formal.
No todo el mundo es capaz o tiene la formación para comprender textos complicados o especializados. Por lo tanto, es importante que sus textos se adapten bien a los lectores a que se dirige.
Después de todo, no sirve de nada si sus textos no son leídos o que sus lectores no acaben convirtiéndose en clientes. Esto se puede prevenir con una buena revisión y corrección de los textos.
Por no hablar de los posibles costes adicionales porque un folleto deba ser reimpreso o porque un producto deba ser destruido por culpa de un error en la lista de ingredientes. Ningún empresario quiere correr con tales gastos. Un texto bien redactado es la tarjeta de visita de su empresa.